CASOS DEL CORAZON

Mi enamorada es muy agresiva RAFAEL (31, Callao).- He conocido más de un hombre violento con los que he sabido lidiar y salir bien librado, pero nunca me había topado con una mujer impulsiva y violenta como mi enamorada, quien ha tenido más de un problema por su carácter irascible. Tenemos un año de enamorados y en este tiempo se ha peleado con más de una amiga, se ha agarrado a golpes y a una de ellas la mandó al hospital. Antes de empezar la relación con Lucía sabía que era una chica de armas tomar, que no dejaba que se burlen de ella o la molesten, sin embargo o tenía idea de cuán problemática podía ser. Reconozco que cuando está conmigo es una pera en dulce, casi nunca tenemos desavenencias, es complaciente y cuando estamos en la intimidad es puro fuego. Por eso se me hacía difícil imaginar que fuera la mujer irascible de la que me hablaban mis amigos que ya la conocían. Lo cierto es que Lucía si bien es de una manera conmigo, me he dado cuenta que no le aguanta pulgas a nadie y por lo general reacciona impulsiva y violentamente, pues aunque no se vaya directo a los golpes, suele ser agresiva de palabra y su gran problema es que cree tener siempre la razón. Terminé de abrir los ojos cuando fuimos a una fiesta y se encontró con una amiga que no veía hace tiempo y la que, al parecer, le había recriminado su conducta tan “especial”. Estábamos conversando muy bien, cuando esta amiga le preguntó si ya se comportaba mejor y no era tan violenta, a lo que Lucía le respondió con una sonora bofetada. Empezó a insultarla y tuve que sacarla de la fiesta para que los cosas no llegaran a mayores y porque, a decir verdad, me moría de vergüenza. Después de ese impase he querido terminar con Lucía, pero no sé cómo hacerlo, pues realmente la quiero pero veo difícil que pueda cambiar. CONSEJO: Tienes que hablar con Lucía y preguntarle qué le ocurre y por qué se comporta así con los demás mientras contigo es una santa paloma. Su agresividad debe tener una razón. Si ya no quieres nada con ella díselo y ayúdala a que acuda a terapia y canalice sus impulsos.