sábado, 28 de noviembre de 2009

CASOS DEL CORAZON

Todo acabó en la
noche de bo
das

MARTINA (31, Independencia).- Siete años de noviazgo no fueron suficientes para conocer al que fue mi esposo tan sólo por unas horas, pues el hombre al que creía conocer al dedillo me decepcionó más rápido de lo esperado.

Aún cuando habíamos tenido pequeñas separaciones durante el tiempo que éramos novios, yo seguía muy enamorada de Manuel y por eso me casé con él, pese a la oposición de mi madre y hermanas.

Confieso que a mi madre nunca le gustó Manuel y el mismo día de mi boda, cuando incluso estaba con mi traje blanco, me pidió que lo pensara bien y que no me casara porque ese hombre me haría sufrir.

Y es que mi madre me había visto llorar cuando nos peleábamos y se desaparecía uno o dos meses y después retomábamos la relación.

Nuestras separaciones nunca se dieron por infidelidades, sino por el carácter especial de Manuel, quien siempre quería que las cosas se hicieran a su modo, aún cuando no tuviera la razón y porque como hijo único había sido criado demasiado egoísta.

Pero yo no quise escuhar a nadie y me casé pensando que después lo haría cambiar en nombre de nuestro amor.

Así que el día de la boda llegué radiante al altar, sin imaginar que unas horas después el mundo se me vendría encima.

Después de casarnos y de la recepción en la que bailé hasta el cansancio, nos fuimos al hotel para pasar la noche de bodas. Entré a la habitación con ganas de estar juntos, pero todo fue un desastre.

Manuel de pronto se molestó porque no le había gustado la cena y me culpó de eso, cuando quien había hecho el contrato con los del buffet había sido su madre porque conocía a las personas encargadas.

Discutimos y lo desconocí por completo, pues se alteró y me lanzó una sonora bofetada con la que acabó el matrimonio. Esa misma noche me regresé a mi casa y pese a sus súplicas y a que lo amo y estoy sufriendo, di la relación por terminada.

CONSEJO: Es lo mejor que has podido hacer, nadie merece golpearte. Mantente firme y no cedas a sus ruegos. Las heridas de amor las cura el tiempo. ¡Suerte!

jueves, 26 de noviembre de 2009

CASOS DEL CORAZON

Tengo una obsesión
por las gorditas


LIZARDO (42, El Agustino).- No sé si lo que me pasa es normal, doctora, pero tengo una extraña obsesión por las mujeres gorditas, pero no por aquellas un poco rellenitas, sino por las que están bien entradas en carnes.
Desde muchacho siempre me inclinaba por las gorditas y me gustaba entablar amistad con ellas, antes que con mis demás amigas.
Confieso que soy un poco pintón, entonces no me han faltado oportunidades de enamorar chicas simpáticas y de buen cuerpo, pero ninguna de ellas me atrae ni despierta sentimientos en mí, aún cuando en más de una ocasión se me han insinuado para salir.
Siempre les digo que no y me inclino por enamorar a as más gorditas, sin importarme si son más altas que yo ni el volumen de su figura, pues lo que a mi me enciende es tener una pareja robusta, llena de vida y con bastante carne para acariciar.
En el trabajo mis compañeros me molestan, pues mientras ellos le echan el ojo a las jovencitas delgadas y de buen cuerpo, yo paro detrás de los gorditas, incluso más redonditas que Teresita de Al fondo hay sitio
Hasta mis amigas del trabajo se molesta conmigo porque me dicen que rechazo sus invitaciones para ir a bailar o tomar un trago y prefiero rondar a las gorditas, sobre todo a una nueva compañera que todavía no acepta salir conmigo, pues piensa que me estoy burlando de ella.
Lo que me preocupa, es que mis amigos me dicen que tengo una fijación con las mujeres voluminosas, pues nunca me han conocido una enamorada que sea delgada. Y cuando les digo que lo que más me excita en la intimidad es ver sus kilos demás me dicen que quizá tengo alguna obsesión.
CONSEJO: No creo que tengas ninguna fijación sexual, simplemente te gustan las gorditas y punto. Sigue tus deseos y sentimientos y olvídate de las críticas del resto.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

CASOS DEL CORAZON

Tengo miedo de

pedir su mano

ALBERTO (33, Huacho).- Hace más de un año estoy de amores con Lucía, tenemos una relación muy buena y con muchos planes a futuro, pero lamentablemente tengo miedo de no ser aceptado por su familia, sobre todo por sus padres que quieren casarla con un hombre adinerado.

Nuestro romance va viento en popa pero a escondidas, pues sus padres me conocen sólo como un amigo más del grupo de amistades que la frecuenta, pero no imaginan que soy el dueño de su corazón. Ambos hemos mantenido en secreto al relación porque los papás de Lucía todo el tiempo hablan de que su hija ha nacido para casarse con un hombre que sea empresario y de fortuna, que le dé todas las comodidades que ella merece.

Entre nosotros hemos hablado de hacer una vida juntos, formar un hogar y tener hijos, pero para eso tengo que presentarme ante sus padres para pedirles la mano y ese es mi temor y el de Lucía.

Tenemos miedo de que su padre me bote de la casa y haga hasta lo imposible para separarnos, pues si bien tengo un buen empleo y podríamos llevar una vida decorosa, ya que ambos trabajamos, no tengo la fortuna que don Zacarías quiere para su hija.

Lucía me ha dicho hasta para casarnos en secreto y después afrontar las cosas, pero no sé si esa sea la solución, pues yo quiero casarme con ella como Dios manda y tener una fiesta en la que bailemos el danubio azul y celebremos nuestra unión. Pero Lucía tiene miedo y piensa que sus papás harán de todo por separarnos. No entiendo como una familia de clase media que vive de su trabajo anda con esas tonterías de buscar un millonario para su hija, sin importarle si ella será feliz.

¿Usted cree que debo seguir la idea de Lucía y casarnos a escondidas?

CONSEJO: Nada mejor que la verdad por delante. Si los dos son adultos y trabajan, entonces empiecen a preparar su boda y cuando ya tengan todo listo, incluso alquilado el lugar donde vivirán, le dan la noticia a los padres. Tu enamorada también tiene que ponerse fuerte.

martes, 24 de noviembre de 2009

FEDERACION MEDICA PERUANA

ELECCIONES COLEGIO MEDICO DEL PERÚ 2010-2011
Gran Debate

Tres Propuestas para Dirigir el Destino de la Orden Médica.
Dr. Ciro Maguiña, Dr. Isaías Peñaloza y Dr. Julio Vargas
Moderador: José María Salcedo

domingo, 22 de noviembre de 2009

CASOS DEL CORAZON


Es muy aburrido
e
n la cama

IRENE (40, Miraflores).- Tengo casi diez años de casada y debo confesar que aún cuando amo mucho a mi esposo, no estoy contenta en la intimidad porque cada vez que hacemos el amor es lo mismo.

No es que al principio de la relación Antonio haya sido más apasionado que ahora o que con los años haya disminuído su ritmo sexual. No, doctora, mi esposo siempre fue flojo en la cama. Desde que éramos novios teníamos relaciones una vez cada quince días y ya de casados reconozco que al principio nuestros encuentros íntimos eran diarios y después se fueron espaciando con el tiempo. Sin embargo, nunca fue demasiado ingenioso al hacer el amor y no pasa de la clásica posición: yo abajo y él encima.

Soy yo la que lo lleva a cambiar de posición, pero siempre tiene que ser en la cama, no quiere pararse ni sentarse o experimentar en otras partes de la casa.

Cuando le digo para ir al mueble de la sala o hacerlo sobre la alfombra, me dice que es mejor en la cama, que le duelen las piernas o que está cansado.

Y si al principio de nuestro matrimonio lo hacíamos casi a diario y después con los años dos o tres veces por semana, ahora con las justas una vez a la semana y a veces hasta cada veinte días.

Sinceramente no sé por qué Antonio es así. En más de una ocasión hemos hablado sobre variar al hacer el amor y me promete que será innovador y me dará sorpresas, pero siempre termina haciendo lo mismo.

Y como si fuera poco, doctora, después de hacer el amor se pone a ver películas, pues es fanático del séptimo arte y tiene una colección de cintas.

No sé cómo hacer para que mi esposo se atreva a variar en la intimidad. Hasta me he disfrazado de caperucita, de colegiala y mucama para ver si se enciende y se motiva a hacer cosas nuevas, pero no me ha dado resultado.

CONSEJO: Tal vez sea necesario que acudan a terapia de pareja o donde un sexólogo que los ayude a renovar su vida íntima. Lo bueno de todo esto es que no guardes silencio y sigas luchando por mejorar tu relación.

CASOS DEL CORAZON

Soy débil frente a
las tentaciones

ABEL (45, Salamanca).- La vida me ha llevado a vivir una serie de aventuras amorosas que he tenido sin buscarlas, prácticamente después de ser acosado por mujeres que he conocido y porque, confieso, soy débil ante las tentaciones, tengo poca voluntad y me rindo fácilmente ante los requerimientos de una fémina.

Nunca he sido mujeriego y en la época de soltero tenía enamoradas a las que respetaba y jamás las engañaba, pero cuando me casé las cosas cambiaron y empecé a tener jale con las mujeres. Reconozco que no soy un adonis, sin embargo, después de casado me convertí en miel para las abejas y de pronto empecé a tener éxito con las mujeres, pues sin pretenderlas ni buscarlas comencé a ser acosado por cuanta dama conocía.

Primero fue una amiga que conocí por el trabajo. Comenzó a llamarme y no paró hasta que salí con ella. Nos hicimos amigos y por mi mente n o pasaba tener nada con ella, pues estoy felizmente casado, pero Flavia era demasiado insistente y terminé enredándome con ella.

A los meses corté esa relación, pero no pasó ni un mes y conocí a Elisa, la nueva vecina del barrio que siempre buscaba pretextos para tocar la puerta de mi casa. Hasta se hizo amiga de mi esposa para entrar a mi casa y conversar conmigo. Inventaba caños que goteaban y hasta fusibles quemados para que fuera a su casa a ayudarla y allí aprovechaba para acosarme. Finalmente terminé cediendo a sus encantos y siéndole infiel una vez más a mi esposa.

Ahora estoy pasando por una situación similar con una compañera de trabajo que me coquetea, me escribe correítos insinuantes y busca cualquier pretexto para acercarse a mi escritorio e invitarme a tomar un trago.

Estoy luchando para no ceder, doctora, pero no sé cuánto resistiré. Necesito que me diga cómo hacer para tener más fuerza de voluntad y eludir las tentaciones.

CONSEJO: Piensa en tu esposa y en que estás arriesgando tu hogar. Si te consideras un hombre inteligente, entonces piensa con la cabeza y no con otra cosa. Las tentaciones estarán siempre a la vuelta de la esquina y sólo depende de ti alejarlas.

viernes, 20 de noviembre de 2009

CORRIDA DE TOROS

"Ella es el Matador"Las mujeres están desafiando la imagen convencional del torero macho y varonil cogiendo ellas mismas el toro por los cuernos y demostrando que una mujer también puede ser un matador.

JUAN AURICH DE CHICLAYO

Poderosa delantera del "Ciclón del Norte" de los 70: Jaime Ruiz, Jorge Luis Charún, Eladio Reyes, Juan Orbegozo y " La Flecha" César Arnáez. Foto pintada digitalmente.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

CASOS DEL CORAZON

Descubrieron que tengo un amante

JULIA (23, Independencia).- Estoy metida en tremendo lío, doctora, no sólo con la familia del hombre con el que mantenía una relación, sino con mis padres y hermanos que me han quitado el habla tras descubrir que estoy con un hombre casado.

Confieso que siempre me ha gustado la buena ropa y he deseado todo lo que mis padres no podían darme por falta de recursos. Reconozco que me dieron los principal, que es la educación, pero como somos varios hermanos no podía comprarme toda la ropa que está de moda ni tener dinero para salir con mis amigas.

Fue justo cuando estaba terminando mis estudios que conocí a Rogelio, un hombre muchísimo mayor que yo, pues está bordeando los cincuenta años. Comenzó a enamorarme y si bien no es un tipo apuesto, es de trato agradable y terminó de conquistarme cuando comenzó a invitarme a buenos lugares y darme regalos caros.

No me importó que fuera un hombre casado si me daba lo que yo quería. Terminé los estudios y me consiguió un trabajo como secretaria y aunque no ganaba mucho compensaba mis gastos con lo que él me daba.

Pero como nada dura para siempre, un buen día se apareció en mi casa la esposa de Rogelio y me armó tremendo escándalo.

Mis papás se enteraron de mi relación y casi se mueren de la vergüenza y la cólera, mis hermanos se molestaron muchísimo al punto que ahora se turnan para llevarme y recogerme del trabajo.

En mi casa me ven como si fuera una pecadora, mi mamá me dice que la avergüenzo porque todo el barrio se enteró que era la amante de un hombre casado.

Rogelio nunca más me volvió a llamar y no contesta mis llamadas, pues ahora me doy cuenta que lo extraño, no porque me daba mis gustos, sino porque creo que al final terminé enamorándome de él.

CONSEJO: Bien sinvergüenza resultaste siendo tan jovencita. Tienes que olvidarte de ese hombre y respetar a los maridos ajenos y respetarte a ti misma, pues nada ganas siendo la otra. Ten en cuenta que lo material va y viene y se acaba.

CRUCIGRAMA DEPORTIVO

Crucigrama Deportivo del recuerdo, realizado para la edición de un nuevo diario capitalino.

lunes, 9 de noviembre de 2009

CASOS DEL CORAZON

Mi novio embarazó
a mi prima

RAQUEL (29, Mirones).- La vida me hizo una mala jugada, doctora, pues cuando tenía todo listo para mi boda y hasta había comprado los pasajes para mi luna de miel, descubrí que mi novio me era infiel, pero lo peor de todo fue saber que me engañaba con mi propia prima.

Tuve una relación de cinco años en los que jamás imaginé que Gustavo me era infiel. Nos llevábamos bien, nunca me dio motivos para pensar que tenía otra y confiaba ciegamente en él.

Nunca vi nada extraño entre él y mi prima, por lo que me cayó como un baldazo de agua fría saber que el hijo que esperaba era de Gustavo. En la familia ignorábamos de quién era el hijo de Patricia, pus no le conocíamos pareja alguna, pero nadie sospechaba en lo más mínimo que mi novio era el responsable de su embarazo.

La verdad saltó a la luz faltando dos semanas para mi boda, cuando Patricia me buscó, rompió en llanto y me confesó que tenía un romance con Gustavo, que todo había empezado casi dos años atrás, cuando después de mi cumpleaños mi novio la llevó a su casa.

Ambos habían tomado licor y se dejaron llevar por el momento. Desde entonces mi prima y Gustavo mantuvieron un romance furtivo sin importarles la mentira y cuánto me lastimarían porque tarde o temprano siempre se sabe la verdad.

Ahora tengo el corazón destrozado, me muero de la vergüenza por la cancelación de la boda y, como si fuera poco, mis padres están enfrentados con mis tíos, los papás de Patricia, pues los culpan de no haberla educado bien.

Gustavo tuvo la desfachatez de pretender continuar la relación, lo que empeoró las casas. Como si fuera poco, ha dejado a mi prima y se desapareció del mapa.

CONSEJO: Tienes que olvidar lo sucedido y voltear esa página negra de tu vida. Tomará tiempo pero no será imposible. ¡Suerte!

viernes, 6 de noviembre de 2009

CASOS DEL CORAZON



Mi suegra se parece a "Teresita"

GERARDO (32, Cercado de Lima). Carmen y yo llevamos cinco años de enamorados y ella en varias ocasiones me ha pedido formalizar nuestra relación, es decir, casarnos. Pero tengo ciertas dudas y todo desde que conocí a su señora madre.

Mi enamorada es casi diez años menor que yo, pero eso nunca nos ha importado, ni a su mamá, quien me recibió con las puertas abiertas el día que ingresé a su hogar. Doña Teresa tiene 40 años de edad y es una mujer que se deja querer. Es muy atractiva y, disculpe mi insolencia, tiene unas caderas espectaculares y sensuales movimientos al bailar. Por ello en el barrio le dicen "Teresita", en alusión a una actriz de una serie de televisión.

Ella es madre soltera y confieso que me ha robado el corazón. Carmen aún no se ha dado cuenta que siento algo más que afecto y respeto por su madre y creo que mi suegra está sospechando mis verdaderas intenciones hacía ella, esto luego de asistir a una pollada. Carmen es muy tímida para bailar, prefirió conversar con sus amigas en dicha actividad, pero yo aproveché la ocasión para estar más cerca de mi suegra.

La tomé de la cintura para bailar salsa sensual, luego de las caderas para bailar perreo. Ella nunca se opuso. Tragos van, tragos vienen, una cumbia y una balaba fue el clímax de nuestra unión. Sí, la besé. Fue un 'piquito', pero no hicimos 'click', pues Teresa me empujó y se marchó molesta. Mi enamorada no se dio cuenta de nada y nos retiramos del lugar a las cinco de la mañana.

Desde aquella fecha no he vuelto a ir a su hogar porque pienso que pasará algo malo. Doctora no sé como terminará este dilema. No sé si decir la verdad.

Consejo:

Has perdido la cabeza y traicionado el amor de tu enamorada, así como la confianza de tu suegra. Será mejor que te alejes de ambas y ordenes tus pensamientos y si es posible busca la ayuda de un profesional. Suerte.

domingo, 1 de noviembre de 2009

CASOS DEL CORAZON

Se puso pechos y acabó la relación

FABIAN (33, Los Olivos).- Por dejarse llevar por unas amigas del trabajo que son asiduas clientes de los spa, las peluquerías y los cirujanos , mi novia pasó casi un año ahorrando para someterse a un implante de senos y, según ella, verse mejor.

Al conocer a Sonia era una muchacha sencilla, simpática que cuidaba su cuerpo con ejercicios y eso teníamos en común, pues frecuentábamos el mismo gimnasio y es ahí donde nos vimos por primera vez.

Sin embargo, con el pasar del tiempo cambió de trabajo y conoció a sus nuevas compañeras con las que modificó su ritmo de vida, al punto que salía correr muy temprano antes de ir a su oficina y a la salida iba al gimnasio el doble de las horas acostumbradas.

Poco a poco comenzamos a alejarnos, pues tenemos menos tiempo para vernos los días de semana y los sábados se la pasa en un spa. Los domingos nos vemos un rato y ya casi no vamos discotecas porque se le ha dado por dormir temprano y no trasnochar para no arrugarse.

Lo peor es que de pronto comenzó a decir que tenía los senos caídos y muy pequeños y no podía luir bien sus escotes, así que se puso a ahorrar casi un año, hasta que se puso los famosos implantes. Estuvo más de dos semanas intocable, adolorida y hasta de mal humor por el malestar después de la operación. Reconozco que quedó muy bien, pero cuando tuvimos intimidad y se los toqué le dije que los sentía.

Entonces se molestó, me dijo que se había operado para gustarme más, que gastaba más de lo que podía en los spa para estar más bella para mi, que era un mal agradecido y que jamás volvería a tocar sus nuevos senos. Por último me dijo que si no le gustaba como estaba me podía ir por donde vine. En resumen, doctora, esos benditos pechos son motivo de pleito entre ambos. Ya le pedí disculpas pero Sonia no entiende razones, dice sentirse muy ofendida y no quiere verme.

CONSEJO: Si realmente amas a tu novia insiste en hablar con ella y pedirle disculpas hasta que las acepte. Dile que la amas por como es, que te gusta tal y como está y no necesita de cirugías. Quizá necesita que a ayudes a mejorar su autoestima.