jueves, 13 de mayo de 2010

CASOS DEL CORAZON

No puedo vivir sin mi esposo

GUADALUPE(44, Surco).- Me casé con mi primer amor después de diez años de romance y he estado casada por casi veinte años con Américo, por lo que no puedo olvidarlo fácilmente y me resulta difícil vivir sin él.

Nos conocimos en el colegio y siempre dijimos que lo nuestro sería para siempre. Hicimos bien las cosas porque los dos seguimos una carrera y nos casamos después de terminar de estudiar, siendo profesionales.

Yo nunca trabajé porque apenas acabamos los estudios nos casamos y salí embarazada casi de inmediato, mientras que Américo fue escalando en su trabajo y finalmente pudo mantenerme y ver por nuestro único hijo que ya es un joven universitario.

En los casi treinta años juntos nunca nos hemos separado, pues cuando ha tenido viajes cortos de trabajo yo lo he acompañado, las vacaciones de su trabajo las pasábamos juntos y en todos estos años nunca dejó de llegar a dormir a casa.

Sin embargo, doctora, no sé en qué momento empezaron a cambiar las cosas entre nosotros o cuándo Américo dejó de amarme, pues yo creía que las cosas seguían bien entre nosotros porque nunca dejó de ser amoroso ni me falló en la intimidad.

Hasta que hace unos cuatro meses atrás regresó de trabajar y después de cenar me dijo que el matrimonio había acabado, que ya no podía seguir viviendo conmigo porque había dejado de amarme y ya tenía un hijo con otra mujer.

Esa fue la última noche que se quedó en casa, pues agarró sus cosas y se fue. Habló con nuestro hijo, le pidió que lo entendiera y le dijo que jamás lo abandonaría.

Y así ha sido doctora, pues sigue pagando los estudios de mi hijo y me pasa puntualmente la pensión, pero no puedo vivir sin Américo, siento que sin él no soy nada.

CONSEJO: Tienes que quererte un poco más. Ese hombre te engañó y abandonó por otra, así que mejor voltea esa página de tu vida. Busca un trabajo o cualquier otra actividad que te entretenga y te haga sentir útil. No vale la pena que sigas llorando por alguien que no te valoró.

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