viernes, 8 de enero de 2010

CASOS DEL CORAZON

Los jovencitos me seducen

CARMELA (45, Surco).- Desde que me casé nunca tuve ojos para otro hombre que no sea el padre de mis hijos. En los casi veinte años de matrimonio siempre lo he respetado y jamás le he sido infiel ni con el pensamiento.

Me dediqué todos estos años a cuidar a mis hijos y a trabajar para ayudar a mi esposo en la manutención de los niños y aún cuando nuestro matrimonio ha tenido altibajos como cualquier relación, supimos salir adelante y nos mantenemos juntos.

Lamentablemente en los últimos años las cosas con mi esposo se han enfriado un poco, no sé si porque él es varios años mayor que yo y su ritmo sexual no es el de antes, pero lo cierto es que en la intimidad me tiene un poco abandonada.

Y no sé si es la falta de amor y de cariño que se me nota en los ojos o se me sale por los poros, pero coincidentemente he empezado a ejercer cierta atracción por los hombres menores que yo que me están haciendo proposiciones poco decentes.

Primero me pasó con un compañero de oficina que me invitó a salir aún sabiendo que estoy casada y que bien podría ser mi hijo; después me encontré con un desubicado en el micro que me salió con la historia de que le gustaban mis labios carnosos y hasta me dio su tarjeta si me animaba a salir con él.

Sinceramente no sé que está pasando, pero cada día me encuentro con jovencitos que me piropean. Lo peor ocurrió cuando fui a visitar a una amiga y su hermano diez años menor que yo se ofreció a llevarme de regreso a mi casa e intentó besarme.

Estoy preocupada, doctora, pues no sé si de pronto me he vuelto atractiva para los jóvenes o se me nota en la cara la falta de cariño y se quieren aprovechar de mi.

También estoy preocupada porque lo que me está pasando me hace sentir halagada, pero al mismo tiempo siento como si estuviera traicionando a mi esposo.

CONSEJO: No te preocupes tanto y disfruta de los halagos que levantan el ego a cualquier mujer y eso nunca está demás. Mientras no caigas en la tentación no le faltas el respeto a tu esposo. Más bien busca la forma de recuperar la intimidad con tu pareja.

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