lunes, 19 de octubre de 2009

CASOS DEL CORAZÓN



Me miran con ojos de deseo

SONIA (28, Lince).- Hace pocos meses ingresé a laborar a una compañía en la que por el mismo trabajo debo ir por varias oficinas, pero sobre todo a una área en la que evalúo personal.

Y es precisamente en esta oficina donde tengo problemas, pues los hombres que ahí trabajan parecen unos lobos hambrientos y me ven como si nunca hubieran visto a una mujer. Al principio iba con mis faldas sobre las rodillas, pero pronto me di cuenta que me miraban las piernas que las tengo bien formadas, pues hago aeróbicos a diario.

Ante la incomodidad de las miradas libidinosas que me hacían sonrojar, opté por usar pantalones, pero me va igual o peor que cuando me ponía falda. Ahora que uso pantalones me miran el derriere y ya he pescado a más de uno contemplándome como si nunca hubiera visto a una mujer. Hay un barbudo que parece hombre lobo y me mira por sobre sus anteojos y hay un jefe que tiene cara de serio pero ya lo pesqué viéndome de pies a cabeza y no pierde oportunidad de saludarme o buscarme conversación.

Yo me hago respetar y nunca me han dicho nada, salvo las miradas que me incomodan. Esto no pasaría de ser un leve problemita laboral, sino fuera porque mi novio se ha enterado de los lobos que me acechan en la oficina.

Y es que uno de sus mejores amigos es gerente en la compañía donde trabajo y fue él quien me consiguió ese puesto. Obviamente ya se enteró de que estoy en la mira de varios compañeros y ya le fue con el chisme a mi novio que me ha pedido vestirme casi como monja. No sé qué hacer, pues no tengo la culpa de llenar bien los pantalones y las blusas y tampoco puedo estar con abrigo todo el tiempo porque me sofoco dentro del trabajo.

CONSEJO: No tienes que cambiar tu manera de vestir. Mientras no des pie ni confianza como para que te falten el respeto, todo irá bien. En cuanto a tu novio, lo único que debe hacer es darte un voto de confianza. ¡Suerte

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